INSTITUTO GEOLÓGICO Y MINERO DE ESPAÑA (IGME)

El Instituto Geológico y Minero de España realizó dos visitas a la zona a finales del verano de 2006. Su finalidad era realizar una inspección ocular de la zona, a la vez que recabar cuanto material fuese posible acerca del tema para averiguar las causas de los hundimientos en el Valle de Camargo y estudiar su posible relación con la extracción de agua por los pozos del Ayuntamiento.

El día 19 de enero de 2007 entregaron su informe a la Confederación Hidrográfica del Norte, que fue quien lo solicitó. Este es aún más concluyente, si cabe, que los anteriores y relaciona las extracciones con los hundimientos y los daños. A las páginas del informe propiamente dicho se añaden otras con gráficas, planos, procesos...

La CHN nos ha enviado una copia y lo hemos leído todo atentamente. A continuación transcribimos sólo algunos párrafos. Los situamos en sus páginas correspondientes, para no perder de vista la amplitud del informe.

Página 9- En estado natural, el nivel piezométrico del acuífero en este sector era muy alto, existiendo tiempo atrás alguna zona encharcada permanentemente en superficie. La posterior explotación de caudales importantes para el abastecimiento municipal dio como resultado el abatimiento de este nivel piezométrico y la desaparición de dicho humedal.

Páginas 16 y 17- Con carácter orientativo, se pueden tomar como valores del radio de influencia los expuestos en Villanueva e Iglesias (1984), que recogen trabajos de diversos autores en acuíferos cársticos libres y confinados, como es el caso del que nos ocupa, cuyas características se definieron en el apartado 4.1. Según estos autores, el radio de influencia de un sondeo en explotación sobre la piezometría de su entorno es de 700 a 1.000 metros en un acuífero libre y de 1.500 a 2.000 m. en un acuífero confinado.

Considerando los tres sondeos de abastecimiento que explotan este acuífero, y con los datos de que se dispone, la afección más lejana a cada uno de ellos estaría a 1.740 m del sondeo El Carmen, a 1.950 m del sondeo San Miguel y a 2.400 m del sondeo IFP, como se expone en el mapa de situación de manifestaciones superficiales que se adjunta como información gráfica. Observando esta mapa, se aprecian tres grupos, más o menos definidos, que parecen concentrarse en el entorno de cada uno de los sondeos explotados, con radios máximos de 600 metros en el sondeo El Carmen, 700 metros en el sondeo San Miguel y 400 metros en el sondeo IFP, y muestran una disposición cercana a las carreteras N-623 y C-240 a su paso por la zona de trabajo.

Considerando este criterio, y por tratarse de un acuífero confinado en casi todos los casos en los que se producen manifestaciones superficiales con daños, los radios de influencia máximos estimados para cada uno de los sondeos, desde un punto de vista teórico, parecen indicar que
  • el sondeo El Carmen podría afectar a toda la zona de estudio
  • de igual manera, el sondeo San Miguel podría afectar también a toda la zona
  • el sondeo IFP no llegaría a afectar al sector occidental
Si se tienen en cuenta los valores mínimos teóricos del radio de influencia, todos estos efectos se verían reducidos en su extensión, de manera que
  • el sondeo El Carmen no afectaría al sector occidental
  • el sondeo San Miguel afectaría, fundamentalmente, a los sectores occidental y central
  • el sondeo IFP seguiría afectando a los sectores central y oriental
Podría concluirse, entonces, que todos los daños estarían relacionados, en mayor o menor grado según la distancia, con al menos dos de los tres sondeos mencionados, siendo lógicamente esta afección más importante en aquellos casos ubicados a una distancia máxima de 300 a 400 metros de cada sondeo.

Los "soplaos" que se localizan en el mapa minero de 1907 se situaban cerca de la carretera C-240 y del grupo occidental de los indicados anteriormente, como se puede observar en el esquema que se adjunta en la página siguiente. Como se expuso en el capítulo 2, su origen estuvo relacionado con la extracción de agua subterránea para fines mineros en pozos próximos a las explotaciones existentes en aquel momento.

Páginas 20 y 21- Existen gran número de informes que asocian el desarrollo de socavones y subsidencias con la erosión superficial (subterránea) causada por los bombeos, las oscilaciones de la cota del nivel piezométrico o el descenso de este nivel debido a la extracción del agua subterránea. Otros estudios citan efectos originados por los descensos de nivel piezométrico que, con posterioridad, dan lugar a la aparición de socavones: 1) pérdida del sostenimiento de los techos de los huecos, previamente rellenos de agua, y arrastre de los depósitos no consolidados situados sobre las oquedades del substrato; 2) aumento de la velocidad de circulación del agua subterránea; 3) aumento de la amplitud de la variación del nivel piezométrico, y 4) circulación más larga del agua desde la superficie hacia los huecos del substrato como consecuencia del descenso del nivel piezométrico.

…alusión a un esquema - figura 2…

La creación de un cono de depresión debido a la extracción de agua subterránea trae como consecuencia un incremento del gradiente hidráulico hacia el punto de descarga, con el correspondiente incremento de la velocidad de la circulación del agua (véase la figura 2). Esto puede dar lugar al transporte de depósitos no consolidados que migran hacia huecos de cotas más bajas. Este aumento de la velocidad también induce el desarrollo de cavidades en depósitos sin consolidar que con el tiempo crecen y, eventualmente, colapsan.

El bombeo se traduce en variaciones de los niveles piezométricos de mayor magnitud que los que tienen lugar en condiciones normales. El valor de estas variaciones depende principalmente de las fluctuaciones en la extracción del agua y en la recarga natural (precipitación). Las oscilaciones del nivel piezométrico en la zona de sostenimiento de los sedimentos da lugar a fases de saturación y desecación alternantes, proceso que se denomina "erosión desde abajo" porque contribuyen a la creación de cavidades en los depósitos no consolidados, al crecimiento de las mismas hacia la superficie y a su eventual colapso.

Página 23- Cuando un relleno recubre la entrada de una sima, el rozamiento de unas partículas de material con otras hace que se retengan en un punto determinado (al que llamaremos punto de inestabilidad), sin llegar a tapar la sima en toda su profundidad. El funcionamiento es similar al de una tolva o silo por cuya base no sale el material suelto, aunque haya una cierta abertura, hasta que no se extrae mecánicamente haciendo funcionar la cinta transportadora, por ejemplo. Del mismo modo que ocurre en la tolva, la eliminación de material por la base hará descender toda la columna. En la tolva el material desciende regularmente; pero en el terreno real, con niveles más o menos compactados, se producen socavones bruscos.

Página 25- Como resumen de lo expuesto en este capítulo, en la producción de socavones provocados influyen distintas causas relacionadas con la actividad humana en el área de estudio. El bombeo que se lleva a cabo para la extracción de agua subterránea en los sondeos El Carmen, San Miguel e IFP provoca en su entorno un descenso acusado del nivel piezométrico, cuando el régimen de explotación es permanente, y una notable oscilación de dicho nivel cuando el régimen de explotación es intermitente.

El descenso acusado del nivel piezométrico favorece el aumento del gradiente hidráulico y de la recarga en épocas de alta pluviometría, lo que produce un arrastre de materiales finos, que migran hacia huecos más bajos de cota, además de colaborar en la desestabilización de la base de los depósitos no consolidados, al desaparecer el empuje hidrostático que colabora en su sostenimiento.

La variación del nivel piezométrico produce un asentamiento del terreno por compactación, porque da lugar a fases alternantes de saturación y desecación de los depósitos no consolidados, además de favorecer el proceso conocido como "erosión desde abajo", que crea cavidades en dichos depósitos que crecen hacia la superficie y, eventualmente, acaban por colapsar.

Página 29- Por lo tanto, y con los datos de que se ha dispuesto, se corroboran las conclusiones y recomendaciones expuestas en los informes realizados específicamente en la zona de estudio, sobretodo en cuanto a la referida relación causa - efecto que genera el problema, es decir, bombeos- respuestas del suelo- daños (en la mayoría de las construcciones). Estas conclusiones, desde el punto de vista de los fines de este estudio, son suficientes, independientemente de las recomendaciones que se hacen para la mejora del conocimiento y tratamiento del problema, las cuáles se exponen a continuación ( y se exponen diez recomendaciones).

Página 31- En conclusión, el problema es consecuencia de la modificación de la frecuencia de los procesos naturales desencadenantes, debido a actividades de extracción antrópica de aguas subterráneas ( ... ) Estas actuaciones antrópicas aceleran un proceso que ya tenía lugar de forma natural, aunque con mucha menos frecuencia que ahora. Igualmente, el fuerte desarrollo urbanístico de las últimas décadas ha supuesto un incremento del riesgo en edificaciones cimentadas sobre estos terrenos.

A los efectos producidos por el bombeo de agua del subsuelo habría que añadir los producidos por otras actividades (bombeos particulares, riegos, fugas en las redes de abastecimiento y alcantarillado, apertura de zanjas como las de la obra de la red de saneamiento en curso, sobrecargas al terreno, vibraciones por paso de vehículos pesados, vegetación arbórea, etc.), que si bien son de índole menor en términos generales, en cuanto a afección, sí lo son en mayor o menor grado agravantes del daño puntual.

Se recomienda vigilar los niveles piezométricos de la zona dos días a la semana, por si hubiese que reducir aún más el caudal concedido.